Madre mia si que me ha costado sacar adelante esta nueva remesa de mini-cakes, entre las obligaciones casero-maternales, el calor soporifero que ha hecho por estas tierras y que no terminaba de encontrar los materiales que me gustaban casi se me recuecen, jejeje... pero bueno al fin están aquí y espero que haya valido la pena.
Estos nuevos mini-cakes son aun más pequeños que los anteriores pues están confeccionados con pañales talla dos. Para la decoración esta vez me he decantado por la cinta de organdí, esta cinta ligera y brillante yo creo esta muy acorde con el tiempo veraniego. En cuanto a los colores he elegido dos tonos atrevidos, a todos nos encantan el rosa y el azul pero de vez en cuando no esta mal poder optar por otros coloridos que son igualmente una delicia.
En la parte superior luce la suave y aterciopelada rosa beig que con un poquito de tesón surge de un delicado recoge babitas que después será de uso para el bebé, ya sabeis que mi lema es que lo práctico no esta reñido con lo bonito. Cada mini-cake se acompaña del inconfundible cartelito con mensaje que personaliza mis creaciones y por último como base unos originalisimos cuencos dorados de formas geométricas que a mi modo de ver le dan un punto de sofisticación y elegancia a estos mini-cakes dignos de la más alta cocina ¿no creeis?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario