Si te gustan las cosas hechas a mano y las manualidades en general y además eres de l@s que disfrutan haciendolo por si mism@s, como es mi caso, sabrás que hay dos cosas seguras:
La primera es que jamás te aburres en tu tiempo libre porque siempre tienes como poco, un proyecto entre manos para que no sobre ni un minuto libre de cualquier día.
La segunda es que siempre hay técnicas que no conoces, que jamás has practicado pero que por supuesto te gustaría aprender.
Hay cientos, miles de tecnicas de trabajos que se pueden hacer manualmente, unos te encantan por los materiales, otros te enamoran por sus resultados espectaculares, algunos datan de tiempos remotos otros se han inventado recientemente con materiales que antes no exitian, la mayoría simplemente te dejan con la boca abierta... Y por supuesto todos tienen sus fans incondicionales, sus practicantes pasajeros y hasta quien los detesta no se sabe muy bien por qué.
Pero hay otra verdad casi indiscutible acerca de las manualidades que me gustaria comentar y es que unas son muy prácticas porque aprenderlas nos resultan tan entretenidas como útiles y otras simplemente nos ayudan a pasar el tiempo, distraernos, relajarnos, cosa que bien mirado es una virtud nada despreciable.
Entre las primeras no nombraré ninguna, seguro que a todo el mundo se le vienen algún ejemplo a la cabeza y oye no seré yo quien haga de menos a ninguna manualidad.
Pero si hemos llegado hasta aquí con toda esta perorata es porque quiero hablaros de las segundas, para ser exacta de la costura, hace años que sueño con aprender a coser, mi madre sabe, mis abuelas sabían, algunas amigas también lograron hacerse con esta habilidad pero yo no, pero ¡¿por qué yo no?! si coser es utilísimo.
Puedes hacerte tu propia ropa, las cortinas de tu casa, ropa de cama o un portabebés, una simple talega para que los chicos la lleven al cole o un traje regional, que se yo ¡no hay límites! y si no quieres nada de esto y además no te gusta ser práctica puedes limitarte a hacer cosas bellisimas (veanse ejemplos como Valenciaga, Ives Sant Laurent y algunos más).
Fijaos si coser será útil que durante cientos de años era prácticamente la única habilidad, además de cocinar, que se le exijia a la mujer pero claro luego llegaron los cambios radicales de los 70 y las mujeres, niñas entonces, abandonaron el aprendizaje de la costura en aras a otros conocimientos más elevados. Resultado de esto es que ahora estamos toda una generación que como se suele decir no sabemos ni pegar un botón.
Pues no señor si equivocados estaban durante siglos enseñando a las mujeres solamente a coser y guisar tampoco deja de ser un error garrafal no aprender de costura y lo que es peor considerar esta habilidad como un vestigio del pasado, una pérdida de tiempo o como dirian en mi pueblo "una cateta".
Y como no hay queja al viento que sirva para remediar nada me voy a poner manos a la acción. Ahora que tengo tiempo (jajaja...), quiero decir ahora que no tengo un trabajo remunerado ni regulado mediante contrato quiero aprender a coser, hasta ahora había calmado mi ansia de aguja e hijo con el punto de cruz pero eso se acabó.
De toda la vida se ha dicho "esto es coser y cantar" y si coser viene bien cantar no digamos que el que canta su mal espanta y esto si que viene bien...
¡Hola Raquel! He visto tu invitación en el blog "Trae-Tela", en la entrada dedicada a las máquinas de coser de juguete y después de leerte te quiero animar en tu proyecto. Yo hice lo mismo hace algunos años, del punto de cruz pasé al corte y confección y este año he abierto un blog donde expongo y vendo mis cosas. Si quieres puedes darte un paseo, que ahora me lo voy a dar yo por tu blog. Saludos. http://unasgotasderocio.blogspot.com.es/
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